
Joven madre baleada en la cabeza recién había dado a luz a su segundo hijito
AGONÍA
Es cuestión de horas para que Kevin Andrés, de 2 años, y su hermanita, de apenas tres días de nacida, queden huérfanos. Un desalmado sicario le disparó sin piedad a la madre de estos pequeños y la dejó a un paso de la muerte, sin posibilidad alguna de recuperación. Según los médicos, la joven tiene muerte cerebral.
Ella es Jesica Jacqueline Quispe Ibáñez, de 30 años, la muchacha a quien, en efecto, un cruel asesino a sueldo atacó sin piedad cuando se encontraba a unos pasos de su vivienda, en la cuadra 2 de Alexander Fleming, en Daniel Hoyle.
Hoy Jesica permanece internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Belén, conectada a una serie de tubos que la mantienen con vida. Como mencionamos al principio, los médicos ya no pueden hacer nada por ella.
El brutal ataque contra Jesica ocurrió alrededor de las 7:15 p.m. del miércoles, tres días después de que alumbrara a su niña. Aunque al principio se conocía poco sobre el hecho, hoy se sabe (por versiones de la familia) que alguien llamó a la muchacha para que salga de su domicilio.
Dicha persona estaría vinculada al padre de las criaturas, al menos eso es lo que aseveraron sus parientes.
"Ella dio a luz a su hijita hace tres días en el Belén. Le hicieron una cesárea. Pero no todo salió como ella esperaba, porque el padre de los niños se negó a darle dinero al principio. Ella le exigió que al menos le pase algo porque ya había gastado bastante en el hospital y ya no podía seguir costeando la medicina. Aquel hombre (cuyo nombre es Luis Leyva Reyes), le dijo que ya le había mandado el dinero con un amigo", relató Andrés Ibáñez Vásquez, abuelito de Jesica.
Entonces Jesica se puso en contacto con el supuesto amigo de Leyva. Este sujeto (su nombre aún es un misterio, incluso para las personas más allegadas a la joven) le dijo que pronto iba a entregárselo.
LAS TRES LLAMADAS
El miércoles Jesica recibió tres llamadas poco antes de quedar moribunda. La primera fue a las 3:15 p.m.
"Era ese hombres, según nos comentó, y le dijo a mi nieta que vaya a darle el encuentro en la avenida Villarreal para que el entregue la plata. Ella fue a verlo, pero al parecer no lo ubicó, porque al rato volvió a la casa renegando", añadió Ibáñez Vásquez, tratando de no llorar.
La segunda vez que sonó el celular de la joven fue alrededor de las 5:00 p.m. "Aunque no nos dijo quién era, creemos que era el mismo sujeto, porque la escuchamos decir a que iba a esperarle en la esquina de la avenida América con Perú. Y hacia ese lugar fue, pero de nuevo regresó a la casa sin haber podido encontrar a aquel hombre".
La tercera y última llamada fue a las 7:15 p.m. "Volvió a salir de casa a esa hora. Lo hizo con Andrés, su hijito mayor. Antes la escuchamos dándole la dirección de nuestra casa a esa persona, a ver si esta vez podían por fin encontrarse para que le entregue el dinero. Poco después de cerrarse la puerta, escuchamos los disparos. Fueron cuatro en total".
El asesino (un tipo de contextura gruesa y que llevaba puesta una gorra) esperó por ella a bordo de un auto Tico que se estacionó en la acera de enfrente. "Además, sentada en el asiento de atrás, junto a otro hombre, había una mujer", relató un testigo del hecho.
Nadie pudo ver la placa del vehículo, solo la farola de la empresa "El Country". Cuando Jesica por fin apareció, de la mano de Kevin, el individuo en cuestión bajó la luna y apuntó hacia ella.
Le disparó sin compasión, sin importarle la presencia del bebé, a quien también pudo herir. Al ver a su madre sangrando y cayendo al piso, la criatura corrió despavorida hacia su casa. El criminal, por su parte, le ordenó al chofer que pise el acelerador a fondo.
Para los parientes de la muchacha es obvio quiénes la mandaron matar. Según contaron, el padre de los niños tiene otro compromiso.
"Está casado con otra mujer. A él no lo conocemos (apenas sabemos su nombre), nunca ha venido a la casa. Solo sabemos que es camionero y que nunca se hizo responsable de los hijitos que tuvo con Jesica. Creemos que él o su esposa son los responsables, que ellos la mandaron matar. Además, la gente vio a una mujer en el carro. Debió de haber sido ella (la esposa de Leyva)", concluyó Ibáñez.
Lo cierto es que el caso aún se encuentra en investigación, y todos quienes tuvieron contacto con ella en los últimos días (en especial quienes la llamaron a su celular la tarde del miércoles), deberán ser sometidos a rigurosos interrogatorios para que pueda saberse la verdad.
Jesica Jacqueline Quispe Ibáñez vivía con sus niños en casa de sus abuelos maternos, quienes comentaron que se dedicaba a la venta de cosméticos por catálogo para solventar sus gastos.
Dejaron moribunda a Madre de un Balazo en la Cabeza
Reviewed by Valle Chicama
on
agosto 19, 2011
Rating:

No hay comentarios: