Familiares de campesinos desaparecidos protagonizan escenas de dolor durante exhumación

Virú. Escenas de dolor e indignación protagonizaron esta tarde los familiares de los nueve campesinos secuestrados y asesinados presuntamente a manos del grupo Colina, que operó durante el régimen de Alberto Fujimori, los cuales son exhumados por peritos especializados del Ministerio Público, en La Libertad.

Los deudos ingresan por grupos al área de trabajo correspondiente a la localidad de Huaca Corral, en la provincia liberteña de Virú, sin poder contener el llanto, informó la Agencia Andina.

Hasta el momento se han encontrado cuatro cadáveres en una de las tres fosas halladas en la zona de Huaca Corral. Hay restos momificados y se encuentran boca abajo.

Los familiares son guiados por el arqueólogo y odontólogo forenses, Flavio Estrada y Carlos Alberto Suárez, respectivamente, quienes les explican sobre el hallazgo.

Otilia León Velásquez dijo que la casaca, cabellos y calcetines de uno de los cuerpos mostrados corresponden a su hermano Gilmar, de 22 años, uno de los nueve campesinos desaparecidos.

"Me siento tranquila. Él era una persona sana. Identifiqué su casaca (de color marrón), el cabello (...). Días antes le compraron la ropa en Trujillo. Tiene (los restos) una correíta con un ganchito. Las medias también las identifiqué”, narró.

Dijo entre lágrimas que "queremos enterrarlo y que descanse en paz. Yo presencié por la ventana a esos desgraciados encapuchados cuando se lo llevaban".

Los peritos especializados del Ministerio Público llegaron hoy procedentes de la ciudad de Lima para exhumar los restos humanos hallados el jueves por un grupo de arqueólogos de la Dirección Regional de Cultura, que desarrollaba un trabajo para el Proyecto Especial Chavimochic.

Se presume que los restos podrían corresponder a nueve campesinos del distrito del Santa, en Áncash, que fueron secuestrados y asesinados en mayo de 1992 presuntamente por miembros del grupo Colina, sentenciados por los crímenes masivos de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992).

Hasta el lugar llegó el presidente regional de Áncash, César Álvarez, mientras que algunos familiares han instalado carpas a unos cinco metros de la carretera Panamericana Norte.

El hallazgo se registró a la altura del kilómetro 469 de la carretera Panamericana Norte, zona ahora custodiada por alrededor de veinte policías