Alejandro Díaz Alvarrillo: El trujillano que sueña más allá de las estrellas

“Esmi convicción personal y
profesional observar el lanzamiento
de unamisión aMarte.
Ser parte de una hazaña tan extraordinaria
sería muy gratificante
paramí, no sólo como ingeniero,
sinotambiéncomoser
humano”,expresó Alejandro Díaz
Alvarillo, trujillano de corazón
e ingeniero aeroespacial de
alma.

Si alguna vez usted se preguntó
acercade lamecánicade
una aeronave, el espacio proporcionaráalgunasrespuestas
sobre las maravillas de la ingeniería
moderna. En este caso,
la historia de nuestro personaje
se remontahace 27 años
cuando emigra junto con su familia
a Estados Unidos, exactamentealestadodeCalifornia,
en Los Ángeles.
“Tenía 10 años cuando viajé
a Estados Unidos, con unmaleta
llena de ilusiones en un país
ajenoalmíodondelamigración
es una extensión de tu pasaporte.
Todo lo contrario a aquí, encuentras
miles de oportunidades,
pero está en cada persona
escoger las adecuadas y aprovecharlas”,
indicó en una cordial
plática con periodistas de
La Industria.

Esperanzas esquivas
y su oportunidad
Alejandro cuenta que nada hubiera
sido posible sin la ayuda
incondicional de su familia debido
a que al principio tanto el
idioma, los estudios y las ofertaslaboraleslefueronesquivas.
Sin embargo, gracias al optimismoyperseveranciapropios
en él, a sus 37 años comenzó a
forjarse un futuro prometedor
en una de las mejores transnacionales
del orbe que ‘conquistó’
su talento.

Desde1998 hasta la fecha, trabaja
para la compañía Boeing,
empresa aeronáutica y de defensa
dedicada a la fabricación
de aviones y equipos aeroespaciales
con sede en la ciudad de
Chicago, además de ser proveedor
principal de laAdministraciónNacionaldeAeronáuticay
delEspacio(Nasa).Eltrabajoque
realizanuestrocompatriotaconsisteendiseñar,
desarrollarysupervisarlaproducciónyelmantenimiento
de aeronaves como
aviones, helicópteros, planeadores
y hasta naves espaciales.

También participan en el proceso
de investigación y desarrollo
de lasmisiones a la Luna
yMarte.
Sueños hechos realidad
“Es una labor encomiable y
sacrificada, pero a la vez satisfactoriaalsaberquedurantemesestrabajasenunainvestigación
que permitirá nuevos avances
en la ciencia y la tecnología, ya
sea en el diseño de naves espaciales,
sistemas eléctricos, canales
de comunicación y, sobre
todo lomás importante, los trajes
espaciales”, manifiesta con
emoción.

PERFIL >> CONOZCA AL ÚNICO LATINO QUE PARTICIPA EN LA INVESTIGACIONES DE LA NASA
ALEJANDRO DÍAZ ALVARILLO ESTUDIÓ EN ESTADOS UNIDOS Y HOY TRABAJA EN LA COMPAÑÍA BOEING,
FABRICANTE DE AVIONES, HELICÓPTEROS Y NAVES ESPACIALES.

Estudios.
Doctorado en Filosofía e
Ingeniería Aeroespacial en la
Universidad del Sur de
California-2012
Maestría en Ciencia de
Estudios Espaciales en la
Universidad de Dakota del
Norte-2009
Maestría en Artes y Estudios
Latinoamericanos de
UCLA-2004

. Maestría en Ciencias e
Investigación Aeroespacial
Estudios de Posgrado del
Studio Espacial-2002
Premios y
reconocimientos.

Científico más prometedor
por la Organización de
Minorías en las Ciencias e
Investigación en EE.UU., 2012
Pertenece a la lista de los
40 mejores ingenieros-2011
El profesional distinguido
de California 2011 por la
Organización Tumi en EE.UU.-
2011

Honoris Causa por el
Consulado de Perú en Los
Ángeles.

Ingeniero prometedor por
la organización grandes
mentes en la ciencia, tecnología,
ingenieros y
matemática EE.UU.-2011
Miembro de la Junta
Académica de la UCLA
(Universidad de California en
Los Ángeles)
Miembro honorífico de la
Sociedad de Marte.
Proyectos 2011 -2012.

Experimentos en el desierto
de Yuta – Base de la Nasa
Diseñar el nuevo el
trasportador espacial- Nasa
Diseñar la Estación Espacial
Internacional

Diseñar el vehículo de
exploración a la Luna y Marte
Tierra de talentos.

Melissa Soriano, Carlos
Noriega, Rosa Ávalos
Chumpitazi, Irma Aracely
Quispe Neira y Brian Zutta
son los cinco peruanos que
trabajan para la Nasa.
El trujillano que sueña más
allá de las estrellas

DE REGRESO A SU TIERRA. Alejandro Díaz, de 37 años, junto a su esposa, hijos y padre. FOTOS: CARLOS FLORES HUAMÁN.

Me siento bendecido porque tengo todo lo
alguna vez soñé, desde pequeño subía por las
noches a la azotea del edificio donde vivía y
pasaba horas contemplando las estrellas”.
‘‘
Cuando se habla del espacio,
aAlejandrolebrotaunbrilloparticular
en los ojos. Hace una
pausa, respira ynoscomentala
felicidad que generan sus logros
en beneficio de la humanidad
y de las futuras generaciones.

En ese momento ingresa
Sofía, lamenordesustreshijos.

Lamira tiernamente ymenciona
que está convencido de apostar
por la educación de los niños,
que forma parte de los
grupos vulnerables menos favorecidos
del país cuando la pobreza
y la violencia apagan los
sueños demiles demenores.

“Mesientobendecidoporque
tengo todo lo alguna vez soñé,
desdepequeño subíapor lasnoches
a la azoteadel edificiodonde
vivía y pasaba horas y horas
contemplando las estrellas preguntándome
cómo el hombre
pudolograrsaliralespacioypisar
tierra firme. Todas esas interrogantes
fueron un reto para
mí, conocer e investigar de
quémanera, cómoyconquéherramientas
sepuede llegarmás
lejos”, confiesa.

Orgullo familiar
Federico Díaz Sánchez, padre
deAlejandro, señaló que su
hijo en poco tiempo se ha convertidoenunejemploparalacolonialatinoamericana,
asícomo
unmodelodeprofesional,padre,
hijo y esposo.

“Estoy muy orgulloso de mi
hijo. Su alegría y logros son
compartidos con los nuestros y
tambiéncontodoelPerúporque
a pesar de la lejanía, él no olvida
sus raíces nimuchosmenos
de donde provino”, sostiene. LaIndustria