Rosa Polo Álvarez, La trujillana que cocinó para Obama

SUEÑO CUMPLIDO

De Rosa Polo Álvarez, empresaria del rubro gastronómico radicada en Estados Unidos, bien podría decirse que es un claro ejemplo del “sueño americano” cumplido. Hace 28 años, en 1984, esta mujer, criada en Florencia de Mora, cuando aún las calles de ese distrito eran de arena, decidió viajar al extranjero en busca de mejores oportunidades laborales. Lo hizo sin saber inglés, con una visa de turista que venció al poco tiempo y la dejó en condición de indocumentada, pero hoy, tras esos primeros empleos cuidando niños y cocinando para familias adineradas, es ya toda una mujer de negocios, dueña de una de las agencias de eventos más prestigiosas de Miami. Es tal su fama en esa ciudad que incluso fue contratada para cocinarle al presidente Barack Obama, en una cena de recaudación de fondos.

- ¿Cómo fue aquella experiencia? Es decir, a usted la contrataron para cocinarle al hombre más importante de Estados Unidos.

Claro. En realidad al principio no sabía que iba a ser para él; por una cuestión de seguridad, te llaman y te contratan para cocinarle a alguien, pero no te dan el nombre. De modo que no lo supe sino hasta cuando llegué al local donde se celebró la reunión. Era una cena de recaudación de fondos del Partido Demócrata. Fuimos varios chef los contratados, porque era una cena para más de 200 personas. Yo formé parte de ese equipo. Era algo muy importante, con decirte que el plato costó 25 mil dólares.



-¿Hace cuántos que está usted allá?

Estoy desde 1984. Como muchos de nuestros compatriotas, me fui en busca de trabajo porque aquí la situación era difícil.



-Tengo entendido que ahora administra una empresa que organiza eventos.

Así es, pero en mis inicios trabajé en casas, cuidando niños y cocinando para familias de médicos y abogados. Era una criada más, a pesar de que aquí, en Perú, había sido nutricionista en el Hospital Regional. Estudié mi carrera en el instituto Chan Chan.


-¿Cómo logró montar su negocio en un mercado tan difícil?

Siempre me ha gustado cocinar, es lo que me apasiona. En el trabajo, recibía siempre el elogio de mis jefes. Pasaron los años y entonces llegó el bautizo de mi niño, que nació allá. Como era un acontecimiento importante, decidí gastarme una buena parte de mis ahorros para celebrarlo. De modo que lo organicé todo y la recepción salió perfecta. Fue ahí que la gente empezó a preguntarme a qué agencia de catering había contratado, y yo decía que a ninguna, que todo lo había hecho yo sola. Es más, me preguntaron a qué me dedicaba, y yo dije que organizaba eventos. Claro que nunca antes lo había hecho profesionalmente. Esa fue una pequeña mentira. Sin embargo, a las pocas semanas me llamó una señora para decirme que su hija se iba a casar con el hijo de la directora de Lengua de la “Florida International University”, por lo que necesitaba que le planifiquen todo. Y acepté, y así nació todo. Podría decir que empecé por pura casualidad.



-¿Previamente estudió algo?

No, solo me lancé. Recuerdo que fui a las bibliotecas públicas y leí mucho sobre el tema, pero nada más. Sobre la marcha fui viendo qué era lo que me faltaba. Así aprendí. Digamos que soy empírica. Sin embargo, mis deseos de superación me hicieron estudiar en uno de los centros más prestigiosos de gastronomía, que es “Le Cordon Bleu”, allá en Miami. Acabo de graduarme y esa es una de las razones por las que hoy estoy aquí en Trujillo.



-¿Cómo se llama su empresa?

Polo Group Services. Organizamos todo tipo de eventos, como bodas, bautizos… Nuestros clientes, que son personas adineradas, nos contratan y nosotros nos encargamos de todo, desde la comida hasta la decoración del local. Ellos no tienen que preocuparse de nada.



-Ha sido una visita rápida.

Vine para celebrar un aniversario más del fallecimiento de mis padres, Manuel Polo Valderrama y Martina Álvarez Baltazar. Ellos me inculcaron la fortaleza y el amor al trabajo que me hicieron triunfar en Estados Unidos. Además, tengo proyectado fundar una ONG que llevará el nombre de mi padre y estará dedicada a prestarle servicio judicial a las madres abandonadas cuyos hijos no son reconocidos, así como a las mujeres víctimas de abusos.



-Usted es de Florencia de Mora…

Así es. Llegamos a vivir ahí con mi familia cuando casi no había nada. Recuerdo que el piso de nuestra casa era de arena, pero yo siempre soñaba con ser alguien más, con superarme. No quería ser una más del montón. Terminé la secundaria en el colegio Túpac Amaru II.



-¿Qué consejo podría darles a los jóvenes trujillanos que quieren incursionar en algún negocio?

Que la única receta para el éxito es el trabajo. Deben trabajar duro para conseguir lo que quieren, y cualquiera sea el rubro en el que incursionen, deben hacerlo con pasión, deben amar lo que hacen. (Alexis Castro)- Satelite