Pagaran 91 soles por llamadas falsas a bomberos y al 105

Trujillo. A partir de ayer, y de aquí en adelante, los inescrupulosos ciudadanos que llamen a las centrales telefónicas de la Compañía Voluntaria de Bomberos o a la División de Emergencia 105 de la Policía Nacional del Perú (PNP) para gastar bromas de mal gusto, insultar o reportar falsas alarmas de auxilio, serán castigados con una multa de S/. 91.25 y la suspensión temporal de su servicio telefónico.

Según la Ley Nº 29924 —oficializada por el Congreso de la República y publicada en el diario oficial El Peruano—, aquellas personas que realicen llamadas malintencionadas, fingiendo ser víctimas o testigos presenciales de incendios, accidentes de tránsito, ataques de epilepsia, violencia familiar o cualquier imprevisto de la salud serán detectadas por las instituciones afectadas, las cuales remitirán los datos de los bromistas al despacho correspondiente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

Según indica el dispositivo, el listado de llamadas falsas será enviado cada mes y no considerará como infractores a los menores de edad, sino, a sus padres o representantes legales, quienes asumirán los pagos de sanción. Cabe indicar que la detección de comunicaciones malintencionadas será posible gracias a un sistema identificador de llamadas.

Si la llamada se ejecuta desde el teléfono de una empresa o institución, ésta se responsabilizará de la multa. Tampoco se considerará como infractor al titular de la línea telefónica, siempre y cuando éste haya denunciado la pérdida o robo de su equipo con antelación.

Cadena de mentiras

Al respecto, el jefe del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios de La Libertad, comandante Eduardo Moreno Mesta, aseguró estar satisfecho con el dispositivo legal y recordó que 800 de cada mil llamadas diarias son falsas. “Esta gente irresponsable llamada a molestar, insultar o engañar. Algunos también dejan descolgado el auricular, impidiendo así el ingreso de otras comunicación que puede ser una verdadera urgencia”, comentó.

En la misma línea, añadió que para hacer más creíbles las bromas, los imprudentes se comunican, primero, con la Policía Nacional o Seguridad Ciudadana, cuyos efectivos a su vez hacen lo propio con la compañía de los hombres de rojo. “Muchos dicen que sus casas se están incendiado, algunas paredes se han desplomado o que sus familiares están sufriendo ataques cardíacos”, sostuvo Moreno Mesta.