La Libertad no tiene plan para combatir la diabetes

Trujillo. La diabetes avanza aceleradamente en La Libertad, pero las instituciones encargadas de tutelar la salud de los liberteños no cuentan con estrategias que frene la acometida  de la enfermedad, caracterizada por el aumento de glucosa en la sangre.

El año pasado, la Gerencia Regional de Salud precisó que unos 160 mil liberteños —8% de la población total— padecía  de este mal, el cual si no se detecta a tiempo puede desencadenar complicaciones crónicas en el organismo tales como la pérdida de la vista, amputaciones, insuficiencia renal,  lesiones en el sistema nervioso, entre otras consecuencias.

Esta cifra es empequeñecida si se compara con la que maneja el Grupo Mastermedia, que administra El hospital Las Palmeras de La Esperanza y el hospital de El Pueblo de Florencia de Mora, y que desde el inicio de sus actividades  en la región ha desarrolla estudios sobre la diabetes en ciudades del Valle Chicama (Casa Grande, Magdalena de Cao entre otras) y en la sierra.

Para esta institución en La Libertad, 260 mil personas sufren de diabetes, es decir el 14% de la población total, la cual está estimada en un millón 900 mil habitantes.

Si esto es cierto. En un año, este mal aumentó casi un 80 por ciento. ¿Cuáles han sido los elementos que han determinado este crecimiento? El factor hereditario, los malos hábitos alimenticios y el acelerado ritmo de vida configuran el escenario idóneo para el desarrollo de la enfermedad. A ello hay que agregarle la indiferencia de las autoridades.

Nada de nada
Especialistas consultados por La Industria consideran que el  problema se encuentra en que ningún establecimiento de salud público cuenta con un programa de diagnóstico y tratamiento integral para enfrentar la enfermedad.

La médico endocrinóloga del Hospital Víctor Lazarte Echegaray, Carmen Benites López, expresó el Estado no ha implementado un programa preventivo para recopilar la prevalencia de diabetes por dimensiones, necesidades o estadios del tratamiento.

“(La diabetes) es una enfermedad tan mortal que el mismo cáncer. Para un problema de salud de esta dimensión, indudablemente que es necesaria la formación de recursos humanos que apoyen la prevención y el manejo de la enfermedad. Una tarea esencial en el primer nivel de atención es la realización de actividades dirigidas a la detección temprana de la enfermedad en grupos de alto riesgo ”, expresó.