Sobrevivientes de derrumbe vuelven a casonas inseguras

Aunque parezca una broma de mal gusto, las cuatro familias que quedaron atrapadas el último lunes durante una hora al interior de sus viviendas, ubicadas dentro de una destartalada quinta de la cuadra 7 del jirón San Martín, se resisten a abandonar este inmueble.

Ellos, incluso, contrataron ayer un electricista para que reponga la energía en sus viviendas, pues fue cortada para que los miembros del cuerpo de bomberos y de la subgerencia de Defensa Civil pueda rescatarlos, luego que un muro y parte del techo se desplomara sobre el pasadizo de la casa. La Industria pudo comprobar el estado calamitoso de la vivienda, en donde los restos de adobe y quincha han sido arrinconados a un lado de la vía de paso.

Uno de los moradores, quien prefirió no revelar su nombre, dijo que este era su hogar desde hace muchos años y no estaba dispuesto a abandonarlo. Las personas que viven en este lugar pagan entre 250 y 300 nuevos soles por el alquiler, pero tienen el temor constante de que en cualquier momento los muros puedan volver a colapsar.

“Hacemos lo que podemos”
A su turno, el subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), César Florez Corvera, indicó que el martes último –un día después de que el muro se desplomara– intentaron ingresar a la vivienda para realizar una inspección. Sin embargo, los moradores del lugar se lo impidieron, indicando que se trataba de una propiedad privada.

“Algunas familias no nos han dejado entrar a inspeccionar. La verdad yo no los entiendo. Yo no tomaré ninguna acción que no sea para proteger a la población. Nosotros no queremos desalojarlos, pero entre una vida y un monumento arqueológico y siempre optare por la vida”, manifestó el funcionario edil, notablemente molesto por la situación.  La Industria