Trujillo: Asesinaron de 8 balazos a padre de gemelitas!

Un golpe durísimo fue el que le dio ayer la Policía Nacional al crimen organizado, al arrestar a Edwin Alfredo Gervasio Quiroz (19), ‘Ñongo’, y a Yimi Jhon Montoya Rodríguez (22), ‘Yimi Naranjero’, despiadados sicarios de ‘La Jauría’, banda que, dicho sea de paso, es una de las más peligrosas de la región, y podría decirse también del norte peruano.

Fueron los agentes del Departamento de Investigación Criminal Norte, dirigidos por el comandante Alejandro Vásquez Delgado, quienes acabaron con las violentas incursiones de ‘Ñongo’ y ‘Yimi Naranjero’, en un operativo que contó con el apoyo del Escuadrón de Emergencias Norte y la División de Operaciones Especiales (Dinoes).

Se trató en realidad de intervenciones simultáneas. A las 4:30 a.m., un grupo allanó la vivienda de ‘Yimi Naranjero’, en la manzana 10 del asentamiento humano María Elena Moyano, La Esperanza. Al mismo tiempo, otro hacía lo mismo en el sector Alberto Fujimori Fujimori. Ahí, en la manzana 8, se arrestó ‘Ñongo’.

Ambos delincuentes fueron sorprendidos cuando de seguro estaban en lo más profundo de su sueño, ajenos a que había en su contra una orden de allanamiento y descerraje firmada por el Juzgado de Investigación Preparatoria del Módulo Básico de Justicia de La Esperanza. En efecto, días atrás salió para ambos el mandato de captura por el delito de homicidio calificado en agravio de Jean Carlo Magdaleno Castillo, a quien acribillaron el 20 de agosto pasado.

Asimismo, se ha informado que ‘Yimi Naranjero’ era el encargado de abastecer con armas a los demás miembros de organización criminal. Era, por decirlo de algún modo, el jefe de logística de la banda. Como tal, proveía de armas y granadas a sus compinches. Y eso fue precisamente lo que encontró la Policía en su vivienda: una pistola marca “Tisas Fathid” calibre 9 mm, totalmente abastecida, además de dos granadas tipo piña. Estos artefactos eran usados para intimidar a los comerciantes y transportistas a fin de obligarlos a pagar cupos.

DUPLA MALIGNA

El asesinato por el cual el Poder Judicial ordenó el arresto de ‘Yimi Naranjero’ y ‘Ñongo’ tuvo como escenario el frontis del mercado “28 de Mayo”, en el asentamiento humano Ramiro Prialé, parte alta del distrito. Eran las 11:50 a.m. cuando Venturo Castillo llegó al dicho lugar en su mototaxi para esperar a Sara Rodríguez, su esposa, quien había ido a hacer las compras para el almuerzo. Con él estaba Mario Taboada Nieves, su primo, de 26 años.

De acuerdo con lo informado entonces, ‘Ñongo’ y ‘Naranjero’ aparecieron por una de las esquinas, se le acercaron a Venturo por la espalda y le metieron ocho balazos a quemarropa. Sara salía en ese preciso instante del centro de abastos, por lo que vio la escena al detalle.

“Fue horrible; era mediodía cuando asesinaron a mi esposo. Al ver a esos hombres con sus armas, le grité a Jean Carlos para que corra, pero ya no tuvo tiempo de hacerlo, le dispararon varias veces y yo lo vi todo”, relató aquella vez la angustiada joven, quien quedó desamparada tras el crimen, prácticamente sola y al cuidado de sus gemelas de apenas un año y medio de nacidas.

Las balas le causaron la muerte al muchacho en segundos. De nada sirvió que Sara lo lleve al Regional. Para cuando los médicos de ese hospital lo recibieron, se limitaron a decir que ya no había nada que hacer por él: llevaba varios minutos muertos.

CRUEL VENGANZA

En cuanto a los móviles del crimen, se soltaron varias hipótesis, sin embargo, al final la Policía concluyó que ‘La Jauría’ había puesto en la mira a Venturo porque en mayo este le prestó ayuda a su amigo Jesús Palacios Elías, de 20 años, a quien otros miembros de la banda acribillaron en venganza por otro asesinato.

Dicho episodio se produjo también en Ramiro Prialé. Un sicario vestido de blanco le disparó a Palacios cuando tomaba cerveza en el frontis de su vivienda. Venturo pasaba por el lugar cuando esto ocurrió, y al ver grave a su amigo, lo subió a su mototaxi y lo llevó al hospital de la zona.

Desde entonces, Venturo venía recibiendo amenazas de muerte. “Ah, eres Superman, te crees valiente, salvavidas”, le decían a través de mensajes de texto y llamadas, además de advertirse que tenía los días contados.

Los cabecillas de ‘La Jauría’ decidieron por fin ejecutar a Venturo aquella mañana de agosto, y para ello enviaron a ‘Ñongo’ y ‘Yimi Naranjero’. Hoy, por fin, ambos homicidas están ya tras las rejas. Se espera que se queden ahí una larga temporada. (AC). Satelite