Chamanes mandaron matar a su colega

La envidia habría causado el asesinato de Freddy Aníbal Guarnizo Herrera (37), el docente de primaria (y además curandero) acribillado la noche del martes en Las Quintanas. En efecto, fuentes al interior de la Policía precisaron que a Guarnizo lo habrían mandado matar otros chamanes que tenían celos de su éxito. Y es que la fama de Guarnizo, oriundo de Huancabamba, Piura, iba en aumento, a tal punto que era requerido por distintas personalidades políticas y del espectáculo.

Asimismo, se investiga aún la llamada que recibió minutos antes de morir. Tal como hemos informado ya, Guarnizo vino a Trujillo con su amigo y compañero, Aníbal Núñez Zurita, con quien iba a realizar algunas “mesadas”.

Ambos se hospedaron en el Hotel Júnior, ubicado en la calle Sebastián Lorente, a media cuadra de la avenida 9 de Octubre.

Fue precisamente en el cruce de estas arterias donde fueron interceptados por los sicarios, que se movilizaban en una moto lineal negra.

Los criminales se le acercaron a Guarnizo por la espalda y abrieron fuego. El desafortunado curandero recibió tres impactos, dos de ellos en la cabeza, y falleció en el acto. Los bomberos llegaron a darle los primeros auxilios, pero fue en vano.

Núñez, por su parte, presenció el hecho, y aunque sobrevivió, quedó marcado. No era para menos: ver morir a alguien debe ser una de las experiencias más traumáticas, peor aún si se trata de un amigo.

Según se supo, los restos de Guarnizo han sido llevados ya a su tierra natal, donde será finalmente sepultado.  Satelite