Hasta ayer, a 20 días de las elecciones, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, no se ha pronunciado respecto a la segunda vuelta electoral en el Perú, ni por las denuncias de Fuerza Popular sobre un posible fraude.
Desde su cuenta oficial de Twitter, Almagro se ha referido a actividades oficiales, condecoraciones, a condenar la prisión política en Uruguay y a otros temas pero ha guardado silencio del grave caso peruano.
En ese contexto, el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay detalla que el único camino para que se realice una auditoría en el Perú es que el Gobierno de turno haga un pedido expreso.
La solicitud partiría con un oficio de la Cancillería al representante permanente del Perú en la OEA, en el que pediría una intervención de la OEA en carácter de auditor, a fin de que dicha instancia evalúe su participación.
Rodríguez Mackay aclaró que un eventual pedido de Sagasti ante la OEA no afectaría el principio de neutralidad que deben guardar los altos funcionarios durante un proceso electoral.
“Si la OEA asume y dice que ha recibido este pedido del Estado peruano, se debe llegar a un acuerdo, el cual lo firman y en ese acuerdo se pone el modus operandi para que la OEA pueda participar en el Perú en calidad de auditor, dándole incluso inmunidad a sus peritos para que participen y realicen todo el proceso”, señaló.
El experto también dijo que se podría contemplar un escenario en el que no se requiere la intervención del Estado.
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