Aproximadamente a las 8:50 de la noche del jueves, un vehículo oscuro pasó por la calle Gaddi de San Borja, donde vive la ministra de Defensa, Nuria Esparch, y uno de sus ocupantes dejó una granada de mano en la vía pública.
De inmediato, sus custodios realizaron un operativo de seguridad, y la Policía Nacional llegó para investigar el caso.
El artefacto estaba a unas cuatro puertas del domicilio de la alta funcionaria. Se comunicó a un vehículo patrullero que pasaba por la zona, el cual a su vez convocó a personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX). Se aisló la zona cerrando la calle a unos 50 metros, y se levantó la granada en una caja segura, determinando que era tipo piña defensiva, con su espoleta y seguro, la misma que se encontraba ligeramente oxidada.
Minutos después llegó Arquímedes León, subcomandante de la PNP que permaneció en el lugar hasta que llegaron oficiales de la Dirincri y de la Dircote. Si bien la PNP sospecha que esto podría ser una amenaza por la posición de Esparch contra militares retirados que piden no reconocer un resultado electoral, también se maneja la tesis de que sería un falso atentado para incriminarlos.
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