El Minsa sostuvo que "respetan las identidades de género" y que la decisión de incluir la transexualidad como una enfermedad se debe a que sus planes de salud no se encuentran actualizados con la normativa internacional más reciente.
El pasado viernes 10 de mayo, el Ministerio de Salud (Minsa) anunció mediante un Decreto Supremo la incorporación de la transexualidad y otras identidades de género en una lista de enfermedades dentro del Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS).
Como era de esperarse, la normativa legal despertó un profundo rechazo por parte de la comunidad LGBTI, que calificó la decisión como un gran retroceso para el país y además levantó sospechas de que esto podría dar pie a las denominadas "terapias de reconversión". Sin embargo, la historia es un poco más complicada.
Y es que, al día siguiente de conocerse el decreto, el Minsa emitió un comunicado en el que precisó su postura. "La diversidad de género y sexual no son enfermedades [...] expresamos nuestro respeto a las identidades de género, así como nuestro rechazo a la estigmatización de la diversidad sexual en el país", indicó.
Asimismo señaló que la reciente actualización del PEAS en realidad pretendería beneficiar al colectivo LGBTI con acceso a diferentes tratamientos de salud.
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