Mujeres Innovadoras, empoderadas e independientes en la industria minería peruana



Cerrando brechas.

El pasado 15 de Junio, se celebró una fecha más del Día Internacional de la Mujer en la Minería, una fecha importante para destacar el papel fundamental que desempeñan las mujeres en la industria minera y reconocer esa fuerza, empuje y perseverancia dentro de este mundo tradicionalmente dominado por los hombres.

Hay que reconocer que la participación de la mujer en la actividad minera es mínima y pese a las brechas que existan, van dejando su testimonio con los desafíos en la igualdad de género y sus constantes y arduas laborales dentro de este sector; bajo éste concepto de perseverancia aún tenemos un 6% de su presencia en nuestro país.

El Perú, es un país donde aún impera la voz mandona y la directriz varonil; el sector minero no es la excepción, empero la realidad es otra, muy distinta a las que nos pintan; las mujeres mineras que por falta de oportunidades laborales, pero con gran intuición hacen esa labor y las mujeres mineras con preparación y gran conocimiento ejercen lo mismo.

Cuenta la leyenda que en los países andinos, incluido el Perú, se mantuvo la creencia que la “Pachamama” – madre tierra, se ponía celosa de tener a una mujer en su interior y como venganza a tamaña osadía causaba accidentes con graves consecuencias o maleando alguna veta de minerales, este mito se mantuvo por muchos años originando que las mujeres que trabajaban en socavones hicieran trabajo minero itinerante, es decir, desplazarse del interior de la mina al exterior y viceversa, con el correr de los años y pese a enfrentar desafíos con los varones, su trabajo en galerías y en el interior de las mismas es mucho más participativo, especialmente en zonas alto andinas.

“Tío Hussein”, La primera mujer minera

Pili Hussein nació en Tanzania, era hija de un ganadero casado, con seis mujeres y ella fue una de los 38 hijos que tuvo su papá; cuenta que su padre la trataba como un chico y la mandaba a cuidar ganado, se casó joven, fue víctima de un marido agresor del que se alejó a la edad de 31 años, la situación la llevó a cambiar de vida y buscó trabajo en una mina de un pueblito de Tanzania en las faldas del Kilimanjaro, la montaña más alta de África donde se produce las tanzanitas, unas piedras raras de color azul violeta. El problema surgió cuando por su condición de mujer le negaron el trabajo, pero como la necesidad apremiaba se disfrazó de hombre, cortó unos pantalones, se mostró como una persona fuerte, se cambió hasta el nombre, “"Me llamaban tío Hussein, no le dije a nadie que mi nombre era Pili, incluso ahora todavía me conocen como tío Hussein, podía luchar, tenía un lenguaje soez y llevaba un cuchillo grande como los guerreros Maasai, nadie se dio cuenta que era una mujer porque actuaba como un hombre, me adentraba 600 metros en la profundidad de la mina y demostraba ser más valiente que cualquiera de ellos trabajando más de doce horas al día, escavando, tamizando y buscando en el interior de los túneles” declaraba orgullosa Pili.

Un año después descubrió dos concentraciones de tanzanitas, su vida dio un giro grande y se volvió rica; construyó una casa nueva para su padre, su madre y su gemela, abrió una oficina donde captó mineros para que trabajaran para ella, mientras que su secreto tan celosamente guardado, fue descubierto de una manera inusual, cuando la acusaron de haber violentado sexualmente a una mujer, Querer es poder, y no hubo nada que la hiciera desistir.

Pili Hussein, la histórica primera mujer que disfrazándose de hombre se adentró a un socavón para hacer labores mineras

Rompiendo mitos ancestral

Perú, Bolivia, Chile, Brasil y Colombia, son países que concentra un alto índice de mujeres en la minería de pequeña escala que se mueven en el “pallaqueo” (recolección y selección de rastros de minerales) en la producción de oro y aunque no hay cifras oficiales, pero se estima que serían más de un millón de ellas que están inmersas dentro de la informalidad, en condiciones no solo de inseguridad, también de explotación laboral, pues la mayoría de ellas son cabeza de hogar y a cargo de numerosas familias y son catalogadas como mujeres de extrema pobreza en Latinoamérica.

Los ritos que aunque cueste creerlos, son muy temidos en las zonas alto andinas de países vecinos y hasta del nuestro, la creencia que la Pachamama es muy celosa ante la presencia de alguna mujer que intente hacer labores mineras, y aunque de a poco se va enterrando en las leyendas, no significa que no se de en algunos lugares; el carácter tempestivo de la Madre Tierra explica uno de los mitos más difundidos de la minería subterránea, que las mujeres son sinónimo de mala suerte; si el Tío del socavón, se enamora de una visitante, dejaría de fecundar a la Pachamama y entonces escasearía la plata, y si la Pacha siente muchos celos cerraría su vientre sepultando a quienes se encuentran en la profundidad de la tierra.

La Pachamama o madre tierra, mitos que aún se mantienen en zonas alto andinas,

Grandes retos, fuertes desafíos.
La inclusión de la mujer en la minería sigue siendo uno de los mayores retos por enfrentar, no solo en labores subterráneas también en cargos de responsabilidad, con un poco más de oportunidades por conocimientos.

En 1962, la peruana Delia Aída Tasaico del Pino ingresó a la UNI para estudiar Ingeniería de Minas y egresó en 1966, su padre Narciso Tasaico, le inculcó el amor por esa profesión. Recuerda que fue la única mujer de su facultad y de su promoción y aunque no descendió metros subterráneos para extraer minerales, su capacidad investigativa la catapultó como una profesional muy respetada, habiendo laborado por espacio de diez años dictando clases en la Pontificia Universidad Católica del Perú; es también socia vitalicia del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, también integró en su momento la Society for Mining, Metallurgy & Exploration de los Estados Unidos de Norteamérica y otras instituciones y gremios donde mostró su capacidad y profesionalismo

Como reconocimiento a su gran labor en el sector minero, la máquina tuneladora que excava y coloca soportes de concreto y que concluyó el primer tramo de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, lleva su nombre, una manera de hacer historia con quien es la primer ingeniera metalúrgica del Perú.

Delia Tasayco, su nombre quedó registrado en la tuneladora del metro 2 de Lima- Callao

Así como a Delia, se reconoce a Alejandra Arévalo Troncoso, la primera geóloga egresada de la universidad de Chile, quien fue la primera mujer latinoamericana que ingresó a un yacimiento subterráneo en Chile en 1988 pese a la reticencia de sus compañeros y la administración de ese entonces, que le prohibieron el ingreso a las instalaciones mineras.

Alejandra era una mujer perseverante y valiente, le gustaba abrir oportunidades para otras mujeres como ella, sobre todo en épocas y espacios que eran reservados solo para hombres y consiguió el gran desafío ante la sorpresa de muchos y la molestia de otros, hacer ingresar a las primeras mujeres mineras a la mina subterránea más grande del mundo; que hizo; cuestionarla? No podían, tenía el cariño de todos; despedirla menos, se la necesitaba, era eficiente y acertada en su labor. El fastidio fue largo, pero el reconocimiento inmediato. Esa hazaña que fue comentada y aplaudida por muchos quedó grabada en el recuerdo de sus compañeros como en la formación de nuevos profesionales, metalurgistas y geólogos a quienes guio y enseñó todo lo que sabía y generó escuela con esa actitud tan innata en ella.


Alejandra Arévalo murió el 11 de enero de 2022, dejando un gran legado de profesionalismo y mucha enseñanza

No hay ni hora, ni día, ni noche ni edad, ni cansancio para “pallaquear”, o sea para separar los minerales; las mujeres en las minas se mueven todos los días en un medio agreste donde y sus jornadas son dobles y hasta triples y en nada coinciden con la de los varones, por lo general y dependiendo del tipo de mineral que extraen, las mineras se sumergen varias horas en esas aguas turbias y contaminadas, de donde deben escoger el mineral; si a eso se suma las condiciones agrestes de la mina, la seguridad laboral es una utopía, sin ropa de trabajo, sin implementos de seguridad física, sin seguro de salud y con una actividad explotadora, a veces barateadas y otras gratis, sin que puedan tener opción a reclamo dado a la necesidad de trabajo.

Tantas luchas en defensa del medio ambiente, en derechos laborales ocasionado por la minería informal pero también por la ilegal, unió a las mujeres mineras, a aquellas que encallecen sus manos en la actividad extractiva diaria y las que portando lápiz y papel buscan coadyuvar en el trabajo pero con desarrollo y seguridad social.

Al final, las mujeres mineras están cerrando brechas, se van empoderando pero también innovando.


Son las pallaqueras, admirable esfuerzo de mujeres mineras, aunque en condiciones infrahumana


Mujeres Innovadoras, empoderadas e independientes en la industria minería peruana Mujeres Innovadoras, empoderadas e independientes en la industria minería peruana Reviewed by Diana Chuquiruna Lozada on junio 27, 2024 Rating: 5

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