Presuntos mineros ilegales, que operan en bosque Polo en Huamachuco, atacaron la concesión minera otorgada a Summa Gold Corporation con explosivos y armas de largo alcance.
Huamachuco. Las empresas mineras formales siguen siendo el blanco de ataques en la región de La Libertad. Esta vez, el episodio de violencia se registró contra la empresa minera Summa Gold Corporation, que opera en Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión, en el ande liberteño.
Sujetos presuntamente vinculados a la minería ilegal, que operan en el bosque Polo, ubicado en el caserío de Coigobamba (Huamachuco) atacaron con armas de largo alcance y dinamita a las operaciones de Summa Gold, según las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la compañía aurífera.
La tarde del martes, los pobladores del caserío se alertaron por una balacera y detonaciones de dinamita realizadas por los delincuentes procedentes de Pataz que han llegado a los caseríos de Huamachuco, zonas donde cada día la situación se hace insostenible porque la ronda campesina y la Policía no puede enfrentarlos.
De acuerdo al comunicado de la compañía minera, el objetivo del ataque de los mineros ilegales fue invadir parte de la concesión otorgada por el Estado Peruano a la empresa minera Summa Gold Corporation para expandir sus operaciones ilegales. Lo grave es que se comprueba el uso de armas de largo alcance y de dinamita. Un claro atentado contra la vida de quienes trabajan en una empresa formal y que reclama intervención de las autoridades.
“Es inconcebible que los mineros ilegales actúen con semejante impunidad. Hace tres meses secuestraron funcionarios de la Gerencia Regional de Minería, quemaron sus equipos y agredieron a una fiscal. Luego se realizó una interdicción donde volaron socavones, pero el problema sigue creciendo. Nos han atacado con armas de largo alcance y dinamita con la evidente intención de invadir la concesión y extender sus socavones. Necesitamos, nuevamente, el apoyo de las autoridades. Si no se toman medidas inmediatas, vamos a tener un caso similar al de Pataz”, señaló Francisco Medina, gerente de Asuntos Corporativos de la empresa minera.
Uno de los dueños del bosque alegó que personal de la empresa había hecho daños a su propiedad y realizó disparos. Versión que fue desmentida por las imágenes difundidas, en donde se observa a sujetos encapuchados disparando con armas de largo alcance y lanzando explosivos a la operación de la compañía aurífera.
“Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran el manejo de armas de largo alcance y de dinamita. “Summa Gold Corporation no utiliza dinamita. La empresa utiliza detonadores eléctricos que además son auditados por las entidades pertinentes. Decir que nosotros utilizamos dinamita es una enorme falsedad y seguramente, quien lo ha declarado es ignorante en la materia o simplemente trata de acusar sin fundamento alguno”, añadió Francisco Medina.
El caserío de Coigobamba en Huamachuco ha sido capturado por los mineros ilegales que se ocultan en este bosque Polo. De eso ya no hay duda alguna. Hay evidencia de sobra que demuestra que los delincuentes trabajan en los socavones. Hay volquetes saliendo las 24 horas con carga de la zona. El dinero ilícito habría hasta dividido a las rondas de Coigobamba, un bando respalda a los ilegales y el otro reclama a las autoridades y Policía una inmediata intervención.
“Estamos entre la espada y la pared. Y aquí tiene mucho que ver el tal Valverde. Este señor recluta delincuentes en Pataz y otros lugares y los trae a nuestro caserío. Caminan enseñando sus armas, amenazando y muchas veces queriendo robar. Y si reclamamos nos muestran sus armas”, señalan los pobladores que prefieren hacerlo grupalmente para evitar represalias de los mineros ilegales.
Los pobladores, las autoridades y la población de los caseríos piden la intervención de las autoridades ante un problema que, al parecer, no tiene solución. Al parecer de nada sirvió la interdicción porque el robo de mineral al Estado Peruano sigue. Todos esperan una pronta intervención.
Costumbre sospechosa
Resulta curioso que los ataques se hayan realizado mientras Pedro Polo Lozano, dueño del bosque donde se ocultan los socavones, brindaba declaraciones a una periodista, quien fue sentenciada judicialmente por haber lanzado acusaciones sin sustento contra Summa Gold Corporation. Este sujeto se presenta como un humilde agricultor y vendedor de madera, sin mencionar que tiene cinco guardaespaldas las 24 horas. Es el mismo que sufrió un atentado contra su vida que, a juicio de la Policía, pudo ser un acto de venganza.
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