La minería ilegal sigue sembrando el caos en La Libertad. En menos de una semana, la minera Poderosa ha sufrido dos atentados consecutivos, el más reciente contra torres de alta tensión esenciales para sus operaciones. A pesar del Estado de Emergencia declarado en Pataz, los ataques no cesan, dejando a las autoridades en evidencia frente a una creciente ola de violencia.
El gerente de la empresa, Pablo de la Flor, calificó el ataque como un acto deliberado para sabotear sus actividades: “Es inaceptable que esto ocurra con presencia policial en la zona. Estamos ante un problema fuera de control”.
La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) también alzó su voz de protesta, señalando que el Estado de Emergencia está siendo un rotundo fracaso. En un comunicado, exigieron medidas inmediatas para restablecer el orden y garantizar la seguridad de la población y las empresas formales: “Se requiere una intervención estatal efectiva, respaldada por inteligencia, para desmantelar estas organizaciones criminales”.
Las autoridades locales y nacionales han sido duramente criticadas por la impunidad con la que operan los mineros ilegales, quienes, según el SNMPE, buscan convertir Pataz en una “zona liberada”.
Mientras tanto, los ciudadanos y empresarios formales viven en el temor constante de más ataques. La pregunta es clara: ¿qué está esperando el gobierno de Dina Boluarte para actuar? ¡El tiempo se agota y el país no puede seguir siendo rehén de la minería ilegal!
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